Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me dio el corazón que agita su marco
Cuando miro el fruto del cerebro humano
Cuando miro al bueno tan lejos del malo
Cuando miro al fondo de tus ojos claros

Violeta Parra

Es grato compartir la experiencia de conocer a personas con nuestros mismos anhelos del otro lado de la cordillera.
En Julio tuvimos oportunidad de charlar con Leonardo en Valparaíso y con David Hernández en Santiago de Chile.

El software libre para la transformación.
La plaza cívica de Valparaíso está en “el plan”, junto al mar y al pie de los cerros. Allí conocimos a Leo.
Cómo poder describir esa hora y media en la que tuvimos oportunidad intercambiar nuestras visiones de un mundo.
El acuerdo acerca de la necesidad de plantear el desarrollo de software desde un punto de vista ético pronto mutó y se transformó en una discusión acerca de la incidencia del movimiento en los colectivos sociales.
El software libre es coherente con la política de los movimientos que cuestionan el status quo porque el ideal de libertad se realiza en el proyecto GNU y en los derechos que cumplen y protegen las licencias GPL.
Eso es innegable. Pero aquello es sólo el primer paso. La tarea es proponerlo efectivamente, difundir la filosofía que subyace, lograr una comunión entre la lucha política y social por un mundo más justo y la lucha por la libertad de la sociedad cuando realiza su informática. No es una tarea fácil. Pero las convicciones tienen razón de ser cuando se proponen mover montañas.
Leo problematiza con claridad las cuestiones del machismo en el terreno de la informática. La manada de hombres sin capacidad de relacionarse con otros seres humanos, desde el diálogo honesto y horizontal, los lleva a reafirmarse en los único que poseen en abundancia: dinero. Y el dinero es mal consejero. Reproduce las conductas reaccionarias. El machismo es una de esas conductas.
La política pensada en un sentido amplio, la espiritualidad que nutre al ser cuando supera la falsa dicotomía con la razón, la psicología y la enseñanza, la sexualidad y la diversidad son temas que interpelan al movimiento de software libre.
La mirada desde la perspectiva de habitante de Valparaíso, que contrasta con la visión turística de la ciudad fue el último obsequio de Leo aquella tarde.
Sitio personal de Virgilio Leonardo Ruilova
Software libre para la producción
Santiago es una ciudad efervescente. Es una forma amena de decir caótica. Y en ese sentido no tiene nada que envidiarle a Buenos Aires. Súmenle a eso productos electrónicos a mitad de precio y ya está.
En el medio de ese caos tuvimos oportunidad de bajar un cambio en la oficina de David Hérndadez.
David es hospitalario. Más allá del poco tiempo con el que contamos me recibe tranquilo y se toma el tiempo de ponerme en contexto de cada anécdota que irá surgiendo en el transcurso de la charla que nos regalamos mutuamente.
David es del palo académico. De la Universidad de Santiago. También cuenta con experiencia en la administración pública y privada. Un perfil técnico que enarbola una bandera contundente del software libre : la libertad en la ofimática.
Sí. Esa herramienta que le ha sacado las papas del fuego incluso a los usuarios de Microsoft Windows. Esa herramienta que va cobrando relevancia y que está presente en los repositorios de todas las distribuciones GNU/Linux . Sí. Hablamos del LibreOffice.
A veces no dimensionamos la magnitud del software en la vida cotidiana de la administración. La corporación logró imponerse de tal manera en ese mundo que el nombre de su software se impone en la jerga de las oficinas. Que un proyecto le haga sombra a la suite de oficina es un gran mérito.
David comprende esta realidad cabalmente e ilustra con ejemplos desde el ámbito mismo de la producción.
Otra discusión que pudimos darnos fue la tolerancia o la intransigencia del movimiento de software libre a la hora de dar batallas de carácter institucional. Son discusiones necesarias. Son cuestiones no resueltas. Son los pasos que nos falta dar.


Nos quedaron pendientes, en nuestro paso por Chile, las cuestiones de la soberanía tecnológica. Esa una discusión que requiere tiempo, planificación y concepción de una Patria Grande que nos permita un factor de escala capaz de enfrentar la concentración de las corporaciones.
Seguiremos dando batalla.
Rose – Rodrigo Sebastián Márquez